Muchas veces los propietarios del piso son incapaces de ver su vivienda de forma objetiva.
No ven defectos, solo virtudes.


Los propietarios al no ver los defectos de forma objetiva, tienden a valorar su vivienda en valores por encima del mercado.
No ganas más si vendes por tu cuenta. La responsabilidad total de la vivienda es tuya. Desde anunciarla, contestar llamadas a todas las horas del día, no catalogar al cliente como se debe, enseñar la vivienda a extraños, no saber negociar en condiciones adecuadas,…
Se nos puede notar la urgencia y eso repercute en el precio final de compra, etc.


No preparas tu casa para la venta.
Muchas veces los propietarios no ven las viviendas con los ojos del comprador.
No filtras a los posibles compradores, muchas veces dedicamos mucho esfuerzo y trabajo para encontrar el comprador ideal y nos encontramos con curiosos y personas que no pueden pagar su valor real.


No damos mucha información visual, como fotos, videos, planos, etc,… que represente el estado actual de la casa.
Brindar poca información al consumidor es negativo.
Negarse a negociar el precio desde la primera visita.
Es aconsejable indicar que se está dispuesto a negociar.
